Dra. Floria Jiménez Díaz
Catedrática-Universidad Nacional
Doctora Honoris Causa-Universidad Católica de Costa Rica.
El lunes ocho de noviembre a las nueve de la mañana, me llevé una de las alegrías más grandes que he vivido este año: el señor Ministro de Cultura don Manuel Obregón estaba inaugurando la restauración de la casa de mi abuelo paterno el Dr. Ricardo Jiménez Núñez, declarada Patrimonio Histórico y Arquitectónico el 13 de febrero del 2000. No pude más que detenerme y contener la emoción, que me embargó en ese momento, tan anhelado. ¡Al fin se le estaba haciendo justicia a un ciudadano ejemplar!
En ese momento vinieron a mi mente los tristes sucesos que vivió esa casa tan querida en los últimos diez años: el abandono, el deterioro y el vandalismo hasta culminar con el incendio del 13 de diciembre del 2008, en que estuvo a punto de ser consumida por las llamas. Mi posición como espectadora silenciosa me provocó un sentimiento de impotencia. ¿Qué podía hacer yo, para detener la agonía de un legado de tanta trascendencia histórica y cultural?
Por esas cosas de la vida, en el año 2000, la Municipalidad de Goicoechea había tenido la generosidad de dedicarme el Festival del Cultura. En esa ocasión, agradecí el homenaje, sin más interés que hacer la propuesta para convertir la casa Dr. Ricardo Jiménez Núñez, en Casa de la Cultura, tan necesaria en nuestro cantón. Sin embargo mis palabras no han tenido eco hasta el momento en el honorable cabildo, a pesar de las peticiones que en algún momento realicé en conjunto con amigos que apoyaron la idea.
Agobiada por la indiferencia colectiva y con la intención de sensibilizar a los niños en el tema de la preservación del patrimonio cultural, publiqué en el 2007 la novela de literatura infantil La tía Poli y su gato fantasma, Premio Carmen Lyra de la Editorial Costa Rica de ese año.
Ahora que la casa de mi abuelo ha vuelto a su esplendor original, me pregunto: ¿Dará la Municipalidad de Goicoechea el paso definitivo para adquirir el inmueble para el beneficio artístico y cultural de nuestro cantón? No perdamos la perspectiva. El avance cultural de un país se mide por el valor que le otorga a su pasado, sobre el cual se cimienta la futura identidad de una nación.
Lamentablemente, nuestra sociedad, deslumbrada por el consumismo y el resplandor de otras culturas ajenas, ha perdido su propia identidad: se destruyen casas antiguas, se violentan los monumentos y otros testimonios culturales, sin el menor reparo.
No podemos continuar haciendo oídos sordos a esta realidad. ¿Cómo es posible, que un país como el nuestro, que se precia de tener un alto índice de alfabetización a nivel mundial, se comporte de una manera tan incongruente con estas cifras estadísticas que dicen lo contrario?
El martes 9 de noviembre el periódico La Nación publicó un merecido artículo, dedicado a la casa de mi abuelo. Consultada la Directora del Centro de Patrimonio Sandra Quirós, Directora del Centro de Patrimonio, expresó: “Actualmente el edificio está en desuso; pero esperamos que el dueño sepa aprovechar esta hermosa casa en un proyecto que beneficie a la comunidad.”
Haciendo eco a las palabras de la señora Quirós, insto nuevamente a la Municipalidad de Goicoechea, para que se retomen las gestiones pertinentes y se logre convertir la casa del Dr. Ricardo Jiménez Núñez en Casa de la Cultura del cantón de Goicoechea. Honor, a quien honor merece.
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